- Entrada en Tenochtitlan (1519):
En noviembre de 1519 entraron en Tenochtitlan con banderas en alto y vestidos de gala. Moctezuma y su séquito salieron a su encuentro con gran pompa. El fuego sagrado de los altares de los innumerables teocallis, que sólo se distinguían débilmente a través del color gris opaco de la niebla matinal, era el único indicio de la capital a tales horas, hasta que los templos, las torres y los palacios se destacaron completamente bajo la luz radiante de aquel sol que saliendo de la cima de las montañas orientales iluminó el valle. Era el 8 de noviembre de 1519, fecha notable en la Historia, pues aquel día los europeos pisaron por vez primera una capital hasta entonces ignorada del mundo occidental. (W.H.Prescott)
Fueron alojados en un palacio cerca del teocali. Los festejos y agasajos duraron varios días. Los aztecas quedaron sorprendidos por la apariencia, los caballos y las armaduras y espadas de hierro; Los españoles por la espléndida capital y los más de 300.000 habitantes. Calculando el riesgo de la desventaja numérica, planeó la captura de Moctezuma, que entregó ricas piezas de
oro y
plata y permitió que uno de sus templos se conviertiera en iglesia, pero se negó a adoptar el cristianismo.
Cortés mandó a trasladar el tesoro a una de las grandes salas, para valorarlo. Los españoles tuvieron que construir ellos mismos las balanzas y pesas, pues los aztecas, grandes matemáticos, no conocían los sistemas de peso ni el valor total. Y así hallaron que era de unos 162.000 pesos oro, suma que, según cálculo hecho el siglo pasado, equivalía a unos 6.300.000 dólares. En el siglo XVI era esto una cantidad tan fabulosa que podemos suponer con bastante fundamento que ningún soberano europeo tenía atesorada tal suma en aquella época. (C.W.Ceram)
La precipitación de colocar prematuramente la Cruz en los templos de los dioses aztecas estuvo a punto de estropear la empresa. Los aztecas no aprobaron las concesiones de Moctezuma y dejaron de considerar a los españoles como huéspedes.
- La misión de apresamiento de Narváez:
El gobernador Velázquez fue informado de que Cortés se había rebelado contra su autoridad y envió en abril de 1520 una expedición al mando de Pánfilo de Narváez para que lo llevara prisionero a Cuba. Su desembarco en Veracruz fue anunciado por el capitán destacado en la costa. Los 18 barcos traían 900 hombres (80 jinetes, 80 arcabuceros y 150 ballesteros), además de numerosos cañones. Cortés dejó una guarnición en Tenochtitlan y nombró a Pedro de Alvarado jefe y guardián de Moctezuma y su tesoro. Moctezuma custodiado, lo acompañó hasta el dique exterior atemorizado por la amenaza de una dura venganza si se producía una sublevación. Con un refuerzo de 146 indios marcharon 70 hombres de Cortés al encuentro de Narváez. En una noche de violento temporal los exploradores localizan a Narváez en Cempoalla. En la noche de Pentecostés de 1520 , y al grito de guerra de Espíritu santo, ataca el campamento. Narváez se defiende en la torre de un templo, pero una lanza le alcanza el ojo izquierdo. La mayoría de las tropas vencidas se declararon dispuestos a seguir a Cortés, con lo que disponía de 1.000 hombres.
- La masacre de la ceremonia:
Una delegación de sacerdotes había pedido permiso a Alvarado para celebrar en el gran
teocali, en una de cuyas torres se hallaba la capilla española, la fiesta de la ofrenda de incienso a Huitzilopochtli, que se llevaba a cabo cada año con canciones y bailes religiosos. Alvarado lo permitió con dos condiciones: que no se hicieran sacrificios humanos y que acudieran sin armas. El día de la fiesta se presentaron unos 600 aztecas de la más alta nobleza, sin armas y adornados con ricas vestiduras y joyas. A una señal los españoles atacaron a los aztecas y los asesinaron a todos. Esa reacción incomprensible motivó una sublevación, la proclamación como emperador del hermano de Moctezuma, Cuitlahuac; y el cerco al palacio de Alvarado. Cortés decidió romper el cerco de forma pírrica. Destruía 300 casas, pero los aztecas le destruían todos los puentes para la retirada; incendió el gran teocali y fue atacado con renovado furor. Moctezuma, hombre casi incomprensible, que tenía un gran historial guerrero -había tomado parte en 9 batallas, probablemente como combatiente- y bajo cuyo gobierno el Imperio azteca alcanzó el máximo esplendor y poderío, desde la entrada de los españoles había perdido toda su voluntad. Se ofreció como mediador cubierto con todas las insignias de su cargo imperial, habló a su pueblo, que respondió arrojándole piedras. El 30 de junio de 1520 moría el prisionero y herido Moctezuma II, que como rehén había detenido el levantamiento contra los españoles hasta entonces.